"Live at Leeds" es el primer álbum en directo de The Who, publicado originalmente en 1970 y considerado como el mejor álbum en directo de todos los tiempos.
Tras la publicación de su célebre ópera-rock "Tommy" en 1969, The Who se enmarcarían en una extensa gira de promoción que les llevaría por todo el mundo, volviendo a Inglaterra a finales de año con el deseo de publicar un álbum en directo de la gira. Aún así, no estaban muy por la labor de sentarse a escuchar cerca de ochenta horas de grabación, con el fin de extraer las mejores interpretaciones. De modo que se seleccionaron dos conciertos, uno en la ciudad de Hull y otro en la Universidad de Leeds, en los que se tratarían de realizar unas grabaciones óptimas que sirvieran para el álbum. Ambos conciertos fueron programados para el 14 y el 15 de febrero de 1970 respectivamente, aunque los problemas técnicos sufridos en Hull, donde el bajo no llegaría a registrarse, obligaría a publicar únicamente el concierto de Leeds. Llegó a rumorearse que Pete Townshend quemó las cintas del material sobrante para evitar la difusión de los conciertos en bootlegs, ya comunes en esa época. Poco después, en una posterior entrevista, Roger Daltrey desmentiría esos rumores.
"Live at Leeds" se convertiría, por una suma de factores entre los que destacaban el momento álgido que vivía la carrera del grupo y el éxito internacional de "Tommy", en una grabación salvaje. Supuso un éxito de crítica, con el prestigioso New York Times aclamándolo como "el mejor álbum en directo de todos los tiempos". Reputada calificación que se alarga hasta la actualidad, con la revista Q alzándolo hasta la primera posición de los mejores álbumes en directo de la historia musical.
Esta reedición en CD del año 1995 incluía 8 temas más que la edición original de 1970, que sólo incluía 6. Entre un total de 14 canciones, se incluyen los grandes clásicos de la banda como "I Can't Explain", "Substitute", "Happy Jack", "I'm A Boy", el himno generacional "My Generation" (en una apoteósica interpretación de más de un cuarto de hora) o "Magic Bus", todos compuestos por el incombustible guitarrista Pete Townshend. También el impasible bajista John Entwistle hace su pequeña aportación al tracklist con "Heaven And Hell", que abre el álbum. Su reciente lanzamiento "Tommy" queda representado con el medley "Amazing Journey/Sparks" (no sería hasta la siguiente reedición de 2001 cuando se incluirían todos los temas de "Tommy" interpretados aquella noche). "Tattoo" y "A Quick One (While He's Away)" cierran el repertorio propio de la banda. No podían faltar las versiones de clásicos ya habituales en los recitales de The Who: "Fortune Teller" de Benny Spellman, "Young Man Blues" de Mose Allison, el siempre recurrente "Summertime Blues" de Eddie Cochran y el imperecedero "Shakin' All Over" de Johnny Kidd and The Pirates.
La portada del álbum reflejaba un diseño semejante al de los bootlegs de la época, con un estuche de cartón en la que se podía leer el nombre del grupo y el título del álbum sobreimpreso en azul o rojo (según la edición). Como suele pasar con todas las reediciones de vinilos, la portada perdió todo su encanto con el cambio de formato, aunque se agradece que intentaran respetar la esencia del estuche original.
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